MAO, Valverde.– Hay estudios de instituciones internacionales, especializadas en análisis de riesgo, quienes señalan que a nivel mundial se producen más de 2.100 millones de toneladas de desechos cada año, lo que podría llenar más de 800.000 piscinas olímpicas.
Conocedor de esta realidad, el alcalde del municipio de Mao, el licenciado Yohendy Jiménez Bonilla, recién llegado al cargo, está consciente y ha iniciado una campaña por todo lo alto para limpiar la ciudad, anunciando que llevará a la cárcel a quienes sean sorprendidos tirando basura en las calles.
Recientemente, en una acción conjunta, el distrito educativo 09 y la Alcaldía de Mao, realizaron la entrega de contenedores de desechos a diferentes centros educativos del municipio.
En este valioso encuentro con los directores de cada centros, tanto el director provincial de educación, Arístides Ventura, como el Alcalde Yohendy Jiménez Bonilla, manifestaron el interés de trabajar en unión, para que la educación y concientización sobre los desechos, lleguen a los centros educativos en base a programas permanentes.
«Con esta acción de entregar los contenedores, iremos poniendo nuestro granito de arena, para mantener los centros educativos limpios, y por ende nuestra ciudad también», sostuvo el edil Jiménez Bonilla, quien con su accionar está recibiendo el apoyo de los ciudadanos.
Todo deja entrever que el alcalde, un joven que le ha prometido a su pueblo que cuando se quiere, se puede, por eso promete incorporar formas inteligentes y sostenibles de manejar los desperdicios; lo que ayudará al crecimiento económico y a minimizar el deterioro del medio ambiente.
En abril los periodistas fuimos testigos que terminó una gestión municipal que no pudo resolver el problema de la basura, principalmente los vertederos improvisados, sin embargo, hay ciudadanos que sostienen que no se aplicó mano dura en el tema.
El alcalde de Mao ha dicho que el problema de la basura es un tema del cual ya no hay porque preocuparse, se acabó la práctica en que ocurrían algunos desaprensivos, pasaban los camiones recolectores de basura en las calles, pero minutos más tarde los desechos abundaban de nuevo en las aceras.