SANTO DOMINGO.-La Cámara de Cuentas quiere saber hasta la cantidad de vacas y chivos que tienen los legisladores para aceptar sus declaraciones juradas de patrimonio, y les pide también que aclaren si comieron en un restaurante o en una fonda.
Así lo dijo críticamente el diputado oficialista Aníbal Díaz, quien opinó que el órgano fiscalizador se está extralimitando en sus potestades, al exigir requisitos improcedentes que en nada contribuyen a la transparencia pública.
Atribuyó la lentitud en los reportes patrimoniales a esos requisitos y a que hay 140 congresistas nuevos, que no conocen muy bien el proceso. Solo un poco más de cincuenta legisladores habían entregado sus inventarios de bienes.
Otros congresistas se han quejado del engorroso papeleo que tienen que hacer para cumplir con la ley.
Por Ling Almánzar