POR MIGUEL ÁNGEL ARROYO
El periodismo honesto y responsable tiene su precio. Precio que pago cada día con mis acciones a favor de los que no tienen voz.
Agradezco de manera infinita a todas las personas que se han preocupado por mi denuncia.
Esa denuncia sustentada en las declaraciones del presidente de la Comisión de los Derechos Humanos en Moca, maestro Radhamés Mercedes que solicitó el traslado de la dotación completa de la DIGESETT por los frecuentes maltratos a ciudadanos en esta demarcación. A raiz de la difusión de esa noticia vino el problema. Problema que no destacaré más.
Redefino cada día mi compromiso como profesional del periodismo de anunciar y denunciar con responsabilidad.
En lo personal mi corazón no tiene espacio para el odio ni para rencor aún cuando este medio está contaminado de forasteros de la profesión que quieren pescar en río revuelto… Solo les recuerdo que el que tiene la casa de cristal, no puede tirar piedra. Aquí nos conocemos todos y nos conocen a todos.
Mi papel como periodista profesional es estar al lado de las mejores causas y en estos más de 25 años como comunicador lo he dado a demostrar.
No me detendrán para alejarme de quienes buscan lo mejor para cada rincón de esta provincia Espaillat.
Sigo abierto a mi gente a quienes no me cansaré de reiterarles las gracias.