Por Aneudy Peralta
PUERTO PLATA.-El gobierno encabezado por el presidente Luis Rodolfo Abinader, a través del ministro de la Presidencia José Ignacio Paliza, otorgó recientemente 40 millones de pesos al Ayuntamiento de San Felipe de Puerto Plata para mitigar la crisis en la recolección de basura en la ciudad estos fondos serían para la compra de camiones recolectores de basura. Si bien esta iniciativa busca mantener en buen estado el principal destino turístico de la provincia, surge la pregunta: ¿qué ha pasado con los demás municipios de la parte oeste que enfrentan igual o peores condiciones?
En la parte oeste de la provincia de Puerto Plata, existen seis municipios y siete distritos municipales que también han sido duramente golpeados por fenómenos naturales recientes, incluyendo Altamira, Luperón, Estero Hondo y Villa Isabela. Sin embargo, estos municipios no han recibido el mismo nivel de apoyo económico que el ayuntamiento principal, a pesar de enfrentar problemas graves de infraestructura y servicios básicos.
Durante una reciente visita del presidente Abinader, se anunció un aporte de 2 millones de pesos para cada municipio y 1 millón para los distritos municipales de la provincia. No obstante, estas cifras no es nada en comparación con los 40 millones destinados al cabildo de San Felipe de Puerto Plata, el cual ya cuenta con una base económica más sólida debido a los ingresos provenientes de los complejos turísticos ubicados en esa zona.
Esta situación ha generado preocupación y descontento entre los habitantes de los municipios más vulnerables, quienes consideran que el gobierno debe mostrar mayor empatía y equidad en la distribución de los recursos. Las comunidades del oeste esperan que el gobierno central escuche sus demandas y extienda una mano amiga para atender las necesidades que afectan directamente su calidad de vida.
Mientras tanto, los problemas en la recogida de basura, el mal estado de las vías, y los daños provocados por las lluvias continúan agravándose en estas localidades. La provincia de Puerto Plata necesita una distribución de recursos más justa que permita su desarrollo integral y garantice condiciones dignas para todos sus habitantes.