Henry Ford nació en una granja, en el seno de una familia muy pobre, en un pueblo rural al oeste de Detroit (el área en cuestión es ahora parte de Dearborn, Míchigan). Sus padres fueron William Ford (1826-1905) y Mary Litogot (c. 1839-1876). Eran de ascendencia inglesa, pero habían vivido en Irlanda, en el Condado de Cork. Tuvo varios hermanos: Margaret (1867-1868), Jane (c. 1868-1945), William (1871-1917) y Robert (1873-1934).
Durante el verano de 1873, Henry vio por primera vez una máquina autopropulsada; una máquina de vapor estacionaria que podía ser usada para actividades agrícolas. El operador, Fred Reden, la había montado encima de ruedas a las que había conectado mediante una cadena. Henry quedó fascinado con la máquina y Reden durante el año siguiente enseñó al joven cómo encender y manejar el motor. Ford dijo más adelante que esta experiencia fue la que le «enseñó que era por instinto un ingeniero».
Henry llevó esta pasión por los motores a su propia casa. Su padre le dio un reloj de pulsera al comienzo de su adolescencia. A los 15 tenía una buena reputación como reparador de relojes, habiendo desmantelado y vuelto a ensamblar los relojes de amigos y vecinos docenas de veces.2
Su madre murió en 1876. Fue un duro golpe que dejó al joven destrozado. Su padre esperaba que Henry finalmente se hiciera cargo de la granja familiar, pero Henry odiaba ese trabajo. Por otra parte, con su madre muerta ya había poco que le atase a la granja. Más tarde dijo, «nunca tuve un amor particular por la granja. Era la madre en la granja a la que amaba».
En 1879 dejó su casa y se dirigió a Detroit para trabajar como aprendiz de maquinista, primero en James F. Flower & Bros., y más tarde en Detroit Dry Dock Co. En 1882 volvió a Dearborn para trabajar en la granja y se encargó del manejo de la máquina de vapor portátil Westinghouse hasta hacerse un experto. Esto le llevó a ser contratado por la compañía Westinghouse para dar servicio a sus máquinas de vapor.
Durante su matrimonio con Clara Bryant en 1888, Ford se mantuvo mediante la granja y operando un aserradero. Tuvieron un hijo, Edsel Bryant Ford (1893-1943).
En 1891, Ford consiguió el puesto de ingeniero en la compañía Edison, y tras su ascenso a ingeniero jefe en 1893 comenzó a tener suficiente tiempo y dinero como para dedicarlo a sus propios experimentos con motores de gasolina. Estos experimentos culminaron en 1896 con la invención de su propio vehículo autopropulsado denominado cuadriciclo, que hizo su primera prueba con éxito el 4 de junio de ese año. Tras varias pruebas, Ford comenzó a desarrollar ideas para mejorarlo.
Tras este exitoso comienzo, Ford llegó a Edison Illuminating en 1899 junto con otros inventores, y formaron la Detroit Automobile Company. La compañía pronto acabó en bancarrota por culpa de que Ford continuaba mejorando los prototipos en lugar de vender coches. Hacía carreras entre su coche y los de otros fabricantes para demostrar la superioridad de su diseño. Con este interés en los coches de carreras creó la Henry Ford Company. Durante este periodo condujo personalmente uno de sus coches en la victoria frente a Alexander Winton el 10 de octubre de 1901.
En 1902, Ford siguió trabajando en su coche de carreras, con el consecuente perjuicio a sus inversores. Querían un modelo preparado para la venta y trajeron a Henry M. Leland para que lo llevase a cabo. Ford renunció ante este menoscabo de su autoridad, y posteriormente dijo: Dimití determinado a nunca jamás volver a ponerme bajo las órdenes de nadie.5La compañía fue reorganizada bajo el nuevo nombre de Cadillac.
Ford Motor Company
Henry Ford recién tuvo éxito en su tercer proyecto empresarial, lanzado en 1903: la Ford Motor Company, fundada el 16 de junio junto con otros 11 inversores y con una inversión inicial de 28 000 dólares estadounidenses. En un automóvil de reciente diseño, Ford hizo una exhibición en la cual el coche corrió la distancia de una milla en el lago helado de St. Clair en 39,4 segundos, batiendo el récord de velocidad en tierra.
Convencido por este éxito, el famoso piloto de coches Barney Oldfield, que llamó a este modelo de Ford 999 en honor a uno de los vehículos de carreras de la época, condujo el coche a lo largo y ancho del país, haciendo que la nueva marca de Ford fuese conocida en todo EE. UU. Ford también fue uno de los primeros impulsores de las 500 millas de Indianápolis.
Ford asombró al mundo en 1914 ofreciendo un salario a sus trabajadores de 5 dólares al día, que en esa época era más del doble de lo que se pagaba a la mayoría de estos empleados. Esta táctica le resultó inmensamente provechosa cuando los mejores mecánicos de Detroit comenzaron a cambiarse a la empresa Ford, trayendo con ellos su capital humano y experiencia, incrementando la productividad y reduciendo los costos de formación. Ford lo denominó «motivación salarial». El uso de la integración vertical en la compañía también resultó muy útil, cuando Ford construyó una fábrica gigantesca en la que entraban materias primas y salían automóviles terminados.
Revolución
Henry Ford revolucionó el modo de vida de muchas personas con su visión de que tener un coche debería ser algo práctico y asequible. La cadena de montaje móvil y las técnicas de producción en masa que desarrolló establecen el estándar para las prácticas industriales mundiales en la primera mitad del siglo XX.
La historia comienza en Springwells Township, en el condado de Wayne County, Michigan (EE. UU.) el 30 de julio de 1863. El interés por la mecánica despertó en el joven Henry desde bien pequeño. Trabajó en un taller de maquinaria con 12 años, construyó su primer motor de vapor a los 15 y se convirtió en aprendiz de maquinista con 16.
Trabajó en varios sitios durante su juventud, hasta que se unió a la Edison Illuminating Company de Detroit en 1891. Tardó solamente dos años en convertirse en el ingeniero jefe de la empresa. El propio Thomas Edison se convirtió en mentor y amigo de por vida de Henry Ford.
Durante este tiempo, Ford experimentó con automóviles y motores de combustión interna, tanto en el trabajo como en casa. El primer motor Ford cobró vida en 1893 sobre una mesa de madera en la casa de la familia en el 58 de Bagley Avenue, en Detroit. Poco después, Ford construyó su primer automóvil.
Ford dejó su trabajo en la Edison en 1899 y unos años más tarde fundó la Ford Motor Company. Esto le dio libertad para explorar sus ideas revolucionarias.
Cuando tener un automóvil era un lujo reservado a unos pocos privilegiados, el objetivo de Henry Ford fue «poner el mundo entero sobre ruedas» y producir un vehículo asequible para el gran público. En 1908, lo logró con el Model T.
La culminación de la genialidad y el sentido práctico de Henry Ford fue el Model T: era rápido de fabricar, fácil de manejar y se conducía bien por todos los terrenos. Y lo que era más importante, su bajo coste hizo que fuera asequible para todo el mundo. Había nacido una nueva era en el transporte personal.
Ford fue un innovador nato. No solo creó el primer automóvil producido a gran escala del mundo. Creó el futuro. Las cadenas de montaje que sentaron las bases de la industria de principios del siglo XX y la semana laboral de 40 horas salieron por primera vez de la fábrica de Ford junto con los flamantes Model T.
La intención de Henry era producir el mayor número de coches, con el diseño más sencillo, al menor coste posible. En Highland Park, la producción del Model T alcanzó niveles récord: cada día laborable, un coche completo salía de la cadena de montaje cada 10 segundos.
Henry permaneció al mando de Ford Motor Company durante el resto de su vida, compartiendo responsabilidades con su hijo Edsel. Cuando cumplió 83 años, más de 50.000 personas lo vitorearon en Dearborn en una fiesta especial.
Henry Ford murió en su casa, en Fairlane, Dearborn, el 7 de abril de 1947, a las 11:40 horas. Tenía 83 años. En el momento de su muerte, el río Rouge había inundado la zona causando un apagón local. A la luz tenue de lámparas de queroseno y velas encendidas, la escena debió haber evocado más bien su nacimiento, 83 años atrás.