CALIFORNIA.- Los pronósticos del Servicio Nacional de Meteorología en Los Ángeles, California fueron ciertos, tras advertir sobre el riesgo extremo de incendios, debido a una tormenta de vientos “que amenazaba vidas”.
Ahora, se ha declarado el estado de emergencia en la zona, ya que el fuego avanza sin control.
Hasta el momento, se han reportado dos personas muertas, donde las llamas ya han consumido más de 500 hectáreas.
Las autoridades prevén una mayor propagación del fuego, por el pronóstico de ráfagas de viento de hasta 160 km/h.
Según el Departamento de Protección contra Incendios de California, conocido como Cal Fire, el incendio, denominado Woodley, ha arrasado aproximadamente 31 hectáreas impulsado por los fuertes vientos y su ubicación, entre el gran incendio de Pacific Palisades y otro incendio en Hurst, que agrava la situación de emergencia en la ciudad de Los Ángeles.
En cuanto al incendio de Palisades, que sigue avanzando sin control y es el foco activo más grande hasta el momento, ha destruido más de un millar de estructuras; informó el jefe de bomberos del condado de Los Ángeles, Anthony Marrone.
Un cuarto incendio decretado esta mañana ha cubierto de negro el cielo de la metrópolis, que ha vivido su peor noche en décadas, mientras los equipos de socorro trabajan a contrarreloj para contta 160 kilómetros por hora.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) cerró este miércoles el tráfico aéreo sobre las zonas afectadas por los incendios en una parte de Los Ángeles (California), donde unas 30 mil personas fueron evacuadas.
Un estado de emergencia ocurre en caso de perturbación de la paz o del orden interno, de catástrofe o de graves circunstancias que afecten la vida de la nación.
En este caso, fue declarado en dicha ciudad de California, con el objetivo de “ampliar nuestra respuesta a este devastador incendio y despejar el camino para una rápida recuperación”; declaró Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles.