Las autoridades japonesas declararon que los aviones rusos fueron escoltados fuera de su espacio aéreo sin que se produjera un enfrentamiento armado.
El Ministerio de Defensa de Japón informó que este tipo de incursiones ha aumentado en los últimos meses, lo que ha intensificado las tensiones entre ambas naciones.
A pesar de los repetidos llamados al diálogo diplomático, el gobierno japonés ha reforzado su presencia militar en la región debido a la creciente actividad de Rusia en el área.
En respuesta al incidente, el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, calificó la violación del espacio aéreo como «inaceptable» y prometió que su país tomará medidas adicionales para proteger su soberanía.
Sin embargo, destacó que Japón sigue comprometido con la vía diplomática para evitar una escalada militar.
Por su parte, Moscú negó haber cometido alguna infracción, alegando que los aviones realizaban maniobras rutinarias en espacio aéreo internacional.
Esta declaración fue rápidamente rechazada por las autoridades japonesas, quienes presentaron pruebas que demostraban la incursión en su territorio aéreo.
Este tipo de incidentes refuerza las preocupaciones sobre un posible conflicto más amplio en el este de Asia, especialmente considerando las tensiones globales entre potencias militares.
Japón, que históricamente ha mantenido una postura defensiva, parece estar reevaluando su enfoque de seguridad ante la creciente agresividad de sus vecinos.
La comunidad internacional sigue de cerca estos acontecimientos, instando a ambas naciones a desescalar las tensiones.
Sin embargo, expertos advierten que, si no se manejan adecuadamente, estos incidentes podrían tener consecuencias impredecibles para la estabilidad