SANTO DOMINGO.- Karla Fitch Berges, agente inmobiliaria, ha negado rotundamente las acusaciones de extorsión y amenazas que ha presentado en su contra Johanna del Carmen Madera, esposa del cirujano plástico Juan Stanley Rondón. Fitch asegura que las imputaciones son resultado de una suplantación de identidad y que la situación ha convertido su vida en una «pesadilla».
La relación entre Fitch y Madera comenzó de manera amistosa tras la intermediación de la agente en la compra de un apartamento en el sector Piantini, Distrito Nacional. Sin embargo, según Fitch, decidió distanciarse de Johanna debido a «reproches» por no dedicarle suficiente tiempo y comentarios «imprudentes» sobre su vida personal. La agente inmobiliaria asegura que al poner fin a la amistad, en el año 2020, comenzaron los problemas.
En el programa «El Informe», conducido por la periodista Alicia Ortega, Karla Fitch narra que tras cortar la amistad, comenzaron una serie de acusaciones en su contra. En una ocasión, el abogado de los esposos Rondón la contactó, señalándola por enviar amenazas a través de correos electrónicos, lo que Fitch niega categóricamente, argumentando que nunca realizó dichas acciones y sugirió al abogado acudir al Departamento de Investigación de Crímenes y Delitos de Alta Tecnología (DICAT) para investigar.
La situación escaló cuando en noviembre de 2022 Fitch fue vinculada nuevamente a amenazas, esta vez a menores del Colegio Mundo Creativo. Se creó un grupo de WhatsApp donde, según la acusación, se exigía un pago de 100,000 pesos por niño para evitar secuestros, utilizando la foto de la cédula de Karla como parte del chantaje. Fitch afirma no tener relación con ninguno de los padres del colegio y que la situación estaba siendo manipulada por Johanna Madera, quien tenía una hija en ese centro educativo.
Las investigaciones llevadas a cabo por las autoridades resultaron en el arresto de Madera, acusada de chantaje, extorsión, amenazas y complicidad en la creación de los mensajes. Testimonios y registros telefónicos señalaron que los mensajes de amenazas fueron enviados desde dispositivos conectados a cuentas adquiridas por allegados de Madera.
La investigación continúa, y Karla Fitch ha reiterado su inocencia, solicitando a las autoridades que se esclarezca su suplantación de identidad para limpiar su nombre.