SANTO DOMINGO.– Tras tres años de implementación, el Proyecto Lucha por la Inclusión en el Sector Salud (LISS) culminó su ejecución en República Dominicana, dejando avances significativos en el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, la prevención del VIH y la violencia basada en género, especialmente entre mujeres con discapacidad y jóvenes.
Con presencia en las provincias de Santo Domingo, La Altagracia, Azua y San Pedro de Macorís, LISS impactó a más de 11,000 personas a través de actividades comunitarias, clínicas móviles y acciones para fortalecer la atención inclusiva en centros de salud públicos.
Durante su ejecución, el proyecto formó a más de 40 educadores/as pares, capacitó a más de 700 profesionales de la salud en atención amigable para jóvenes y personas con discapacidad, y promovió servicios accesibles mediante reformas estructurales.
Entre sus principales resultados destacan:
Más de 3,800 actividades comunitarias realizadas.
1,550 acompañamientos individuales para facilitar el acceso a servicios de salud.
116 clínicas móviles organizadas en comunidades remotas.
Producción de la miniserie «La Ruta» como herramienta de educación-entretenimiento para sensibilizar sobre salud sexual, violencia de género y discapacidad.
Creación y difusión de un protocolo nacional de atención inclusiva en los centros de salud.
Elaboración de seis documentos de posicionamiento político a favor de jóvenes y mujeres con discapacidad.
Presentación de buenas prácticas en conferencias internacionales, fortaleciendo la visibilidad de los logros alcanzados.
Para los ejecutores del proyecto, el Centro de Orientación e Investigación Integral (COIN) y el Círculo de Mujeres con Discapacidad (CIMUDIS), uno de los principales aprendizajes fue confirmar que la educación sexual inclusiva transforma vidas y que la sensibilización del personal de salud abre puertas reales a la atención, la protección y el empoderamiento de poblaciones históricamente excluidas.
Con el apoyo financiero de Expertise France a través de L’Initiative, el cierre de LISS deja no sólo cifras, sino también una hoja de ruta hacia un sistema de salud más accesible, humano y respetuoso de los derechos de todas las personas.
