SANTO DOMINGO.-El balance acumulado de la cartera castigada en el sistema financiero dominicano alcanzó RD$38,205 millones en los últimos doce meses (cortados a junio), un incremento de 47.4% frente al mismo período del pasado año 2024.
Para entonces, se situaba en RD$25,945 millones. La cartera castigada se refiere a los préstamos que las entidades financieras dan de baja de sus balances porque los consideran incobrables tras agotar los intentos de recuperación.
Contablemente dejan de ser activos, aunque las instituciones mantienen las gestiones legales o extrajudiciales para tratar de cobrar. En términos prácticos, son créditos que ya no se esperan recuperar y que representan una pérdida directa para los bancos.
De acuerdo con el Informe Trimestral del Sistema Financiero, correspondiente a junio de 2025 y publicado por la Superintendencia de Bancos (SB), el peso de esta cartera castigada dentro del sistema fue de 1.7% de la cartera privada, un nivel superior al promedio de 60 meses (1.3%). Este incremento, combinado con el aumento en la morosidad, apunta a que los bancos enfrentan mayores desafíos en la calidad de sus activos crediticios.
El mismo informe indica que la cartera vencida del sistema financiero alcanzó RD$43,422 millones al cierre de junio de 2025, lo que representa un aumento interanual de RD$14,192 millones (+48.5%). Con este resultado, el índice de morosidad simple llegó a 1.92%, subiendo 0.51 puntos porcentuales respecto a junio de 2024.
La morosidad estresada, que incluye no solo la cartera vencida sino también las reestructuraciones y refinanciamientos, alcanzó 7.49%, lo que significa 0.58 puntos porcentuales más que en igual período de 2024, siempre partiendo de los datos de la SB. Por su parte, el ratio de incumplimiento, que mide la probabilidad de que una deuda caiga en default, se colocó en 3.2%, nivel cercano a los promedios previos a la pandemia.
Por tipo de producto, destacó el incremento en las tarjetas de crédito, con un índice de morosidad de 5.86%, un punto porcentual más que el año pasado.
Para cubrirse ante posibles pérdidas, las entidades financieras elevaron el nivel de provisiones. A junio de este año, las provisiones constituidas sumaban RD$71,300 millones, un aumento de 19.3% interanual, equivalente a 3.1% de cobertura de la cartera de créditos total.
El gasto acumulado en provisiones en el segundo trimestre se ubicó en RD$44,100 millones, lo que representa un crecimiento de 73.1% respecto al mismo período del año anterior. El incremento en provisiones y otros gastos operativos ha tenido un impacto en los resultados. Los ingresos financieros crecieron 12.7% en el primer semestre, pero los gastos financieros lo hicieron en 24.0%. En consecuencia, el margen financiero neto apenas aumentó 0.7% y las utilidades netas del sistema se redujeron en 1.8%.
Un chequeo al tema de los activos
Los activos totales del sistema financiero ascendieron a RD$3.971 billones, equivalentes al 53.6% del PIB, con un crecimiento nominal interanual de 9.0% y real de 5.5%. La cartera de créditos bruta alcanzó RD$2.267 billones (30.6% del PIB), tras aumentar en RD$191,184 millones respecto a junio de 2024, lo que equivale a un crecimiento de 9.2%.
Sin embargo, el dinamismo fue menor que en años recientes. La cartera comercial privada en moneda nacional apenas creció 1.8% en el segundo trimestre, mientras que los créditos hipotecarios subieron 8.0%, cerca del promedio de los últimos doce meses.
En contraste, la cartera en moneda extranjera mostró mayor expansión: llegó a USD8,639 millones, con un crecimiento interanual de 15.4%. Esta partida ya representa 22.9% de la cartera total, frente a 21.7% en junio del año pasado.
Las tasas de interés promedio ponderadas de la banca múltiple cerraron junio en 14.77% para los préstamos y 9.70% para los depósitos, con reducciones leves de 0.62 y 0.55 puntos porcentuales respectivamente en comparación interanual. El margen de intermediación se mantuvo en 5.07%, mientras que la tasa interbancaria se fijó en 12.59%, un punto porcentual más alta que en junio de 2024.
Solvencia y capital
A pesar de las presiones en la morosidad y los mayores gastos, el sistema financiero mantiene niveles sólidos de capital y solvencia. El índice de solvencia cerró junio en 18.4%, 1.3 puntos porcentuales por encima del año pasado. De las 44 entidades supervisadas, 42 incrementaron su patrimonio técnico, contribuyendo al fortalecimiento del sistema.
El patrimonio técnico totalizó RD$479,195 millones, con un crecimiento interanual de 12.0%. El 83.7% de ese capital corresponde a capital primario, que es el de mayor capacidad para absorber pérdidas.
El patrimonio técnico es el capital con el que cuentan los bancos y demás entidades financieras para responder ante riesgos y absorber pérdidas.
En el semestre, el sistema generó utilidades netas por RD$42,915 millones. El retorno sobre el patrimonio (ROE) fue de 18.3%, mientras que el retorno sobre los activos (ROA) se mantuvo en 2.2%. La eficiencia operativa, medida como el gasto por cada RD$100 de ingresos, se situó en 60.5%, ligeramente por encima del 60.1% del trimestre anterior.
El informe de la Superintendencia de Bancos aborda la cuestión de la inclusión financiera. Indica que el número de personas físicas con créditos llegó a 2,600,327, equivalentes al 36.7% de la población adulta, lo que supone un incremento de 154,136 clientes respecto a junio de 2024. Asimismo, la cantidad de empresas con préstamos subió en 1,437, un aumento de 3.8% en un año.
El informe de la Superintendencia de Bancos muestra un sistema financiero que sigue siendo rentable y con adecuada solvencia. La combinación de morosidad al alza, incremento en la cartera castigada y mayores provisiones obliga a las entidades a fortalecer sus colchones de seguridad y a gestionar con prudencia sus riesgos.
Días de atraso, créditos en moneda extranjera
El promedio de días de atraso ponderado en los créditos en moneda nacional se ha mantenido relativamente estable durante el último año, situándose en 10.2 días a junio de 2025. En contraste, los créditos en moneda extranjera muestran un incremento gradual en los días de atraso desde el cierre del último trimestre, aumentando 3.8 días y alcanzando 10.6 días al cierre del segundo trimestre.
Desde mediados de 2023 se ha observado un crecimiento en el saldo de créditos en mora, especialmente en los tramos con atrasos superiores a 60 días, lo que se refleja en los niveles generales de morosidad del sistema.