RIO DE JANEIRO.-El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ha anunciado un importante compromiso financiero para abordar la crisis de seguridad en Haití. En un evento celebrado al margen de la reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G20 en Río de Janeiro, Blinken declaró que Estados Unidos planea contribuir con US$ 200 millones a la misión de apoyo multinacional para la seguridad en Haití.
Según Blinken, esta financiación estará dirigida específicamente a apoyar a la Policía Nacional de Haití en áreas críticas como la planificación, inteligencia, transporte aéreo, comunicaciones, equipos médicos y servicios. El objetivo es fortalecer las capacidades de seguridad del país caribeño en medio de una situación cada vez más precaria.
La crisis en Haití ha alcanzado niveles alarmantes, con bandas delictivas controlando grandes áreas, incluyendo un preocupante 80% de la capital, Puerto Príncipe. Blinken subrayó las terribles realidades que enfrenta la población haitiana, desde la inseguridad alimentaria hasta la violencia sexual y las violaciones de derechos humanos.
Estados Unidos ha desempeñado un papel activo en el apoyo a Haití, proporcionando más de US$ 300 millones en ayuda humanitaria en los últimos tres años, así como asignando fondos significativos para fortalecer la capacidad de la Policía Nacional. Sin embargo, Blinken reconoció que se necesitan esfuerzos adicionales y una respuesta coordinada a nivel internacional para estabilizar la situación en el país y facilitar la ayuda humanitaria efectiva.
En este sentido, Blinken destacó la importancia de la misión multinacional de apoyo a la seguridad autorizada por la ONU como un elemento clave para lograr la estabilidad a largo plazo en Haití. Agradeció a Kenia por su liderazgo en esta misión y urgió a otros países a contribuir con fondos, personal y recursos para su éxito.
La restauración del orden democrático en Haití sigue siendo una prioridad para Estados Unidos, enfatizó Blinken. Instó al gobierno haitiano y a todos los actores políticos a comprometerse con un proceso electoral transparente y justo como el camino hacia la paz y la estabilidad duraderas en el país caribeño.
Por NWC, Río de Janeiro