SANTO DOMINGO.- El empresario Antonio Espaillat, gerente de la discoteca Jet Set, rompió el silencio por primera vez tras la tragedia ocurrida en el establecimiento la madrugada del 8 de abril, que dejó un saldo de 232 personas fallecidas.
Durante una entrevista concedida a la periodista Edith Febles, en el programa El Día, que se transmite por Telesistema, canal 11, Espaillat relató cómo se enteró del colapso del techo de la icónica discoteca mientras se encontraba en Las Vegas, participando en una feria internacional de radio y televisión.
“Era alrededor de las 10:00 de la noche, hora de allá, cuando mi hermana Maribel me llamó desde debajo de los escombros. No entendía nada. Fue una llamada desesperada, una angustia indescriptible”, narró visiblemente afectado.
Espaillat contó que, al recibir la llamada, su primera reacción fue dirigirse al aeropuerto para regresar de inmediato al país. Sin embargo, su llegada a Santo Domingo no se concretó hasta las 3:30 de la tarde del día siguiente.
Desde su oficina, y por recomendaciones de seguridad, evitó acercarse a la zona del colapso, donde ya se aglomeraban familiares y ciudadanos conmovidos por la magnitud del desastre.
“Me dijeron que no era prudente ir, que los ánimos estaban caldeados. Me quedé en la oficina y desde allí comuniqué que ya estaba en el país”, explicó.
A la fecha, contra Espaillat pesan al menos cuatro querellas formales interpuestas por familiares de algunas de las víctimas mortales.
El desplome ocurrió durante una presentación del merenguero Rubby Pérez, quien también falleció en el incidente, junto con figuras como la gobernadora de Monte Cristi, Nelsy Cruz.
El Gobierno dominicano decretó seis días de duelo nacional. La zona del siniestro ha sido nombrada como “zona cero”, donde cientos de personas han encendido velas, colocado flores y fotografías como homenaje a las víctimas.
La Procuraduría General de la República, a través de la Dirección General de Persecución y la Fiscalía del Distrito Nacional, encabeza la investigación para esclarecer las causas del colapso. El proceso forense podría tardar unos tres meses.
El caso ha marcado un antes y un después en la historia reciente del país, provocando una profunda reflexión nacional sobre la seguridad en espacios públicos y la responsabilidad empresarial.