SANTO DOMINGO.-La Comisión de Pueblos Originarios y Afrodescendientes emprendió una campaña, a nivel nacional e internacional, para impulsar la beatificación de Florinda Soriano Muñoz (Mamá Tingó), símbolo de la lucha por los derechos agrarios de los campesinos.
La campaña consiste en la recolección de firmas, a través de un portal digital que ha sido creado para esos fines, a propósito del 50 aniversario de su trágica muerte, acontecida el primero de noviembre de 1974; y del 83 aniversario de su natalicio (8 de noviembre de 1921).
Darío Solano, de la RedAfros, y uno de los promotores de la campaña, explicó que al momento han ofrecido respaldo a esa iniciativas cientos de connotadas personalidades de Latinoamérica; entre los que citó a Fray Betto, teólogo y escrito de Brasil, juan Manuel González Sandoval, obispo de la Diócesis de Tarahumara de México, y Leonardo Boff, teólogo brasileño.
Agrega que en la recordación del 50 aniversario del asesinato de Mamá Tingó, es justo y necesario que sea enaltecida con la beatificación, no sólo para honrar su triple condición, de mujer, negra y pobre luchadora por la paz y la justicia, sino sobre todo en reconocimiento de su martirio y vicisitudes.
“Con Mamá Tingó elevada a los altares, se fortalecerá la lucha milenaria y emancipadora de los pueblos afrodescendientes de América Latina y el Caribe, y de todos los empobrecidos con sed de justicia, que con fuerza claman por la abolición definitiva de la esclavitud, del racismo flagrante, del despojo, del despiadado extractivismo, en fin, de la opresión degradante en pleno siglo 21”, agrega Solano.
Sobre Mamá Tingó
Florinda Soriano, nacida en San Felipe de Villa Mella, República Dominicana, fue una activista paradigmática, sin escolaridad, que fue asediada y exterminada por los poderes de turno, a los 56 años de edad; en medio de una lucha contra los terratenientes que robaban las tierras de los campesinos. Creció en las Lomas de Hato Viejo, Yamasá, donde vivió hasta su asesinato. Mamá Tingó encarnó el rostro y asumió la causa de quienes luchaban por defender sus tierras, su identidad, sus propias vidas.
Mamá Tingó es imagen y referente de la lucha de los pueblos afrodescendientes, y de la defensa de derechos, de sus identidades, de sus tierras y territorios. Como integrante de la Federación de Ligas Agrarias Cristianas, desde su condición de ser mujer negra, campesina, iletrada y pobre, logró que más de 300 familias recuperaran sus tierras. Siempre se mantuvo firme en la denuncia de las injusticias y en la conducción de procesos de luchas sociales, por lo cual fue sistemáticamente perseguida.
Con estoicismo y valentía enfrentó la esclavitud, el racismo, la negación de derechos y la estigmatización de su gente ante la opresión por parte de grupos coloniales de poder. Mamá Tingó, es por un lado paradigma de lucha a favor de la construcción colectiva de la justicia y del respeto a la diversidad; y, por otro, precursora de espacios emancipatorios, prototipo de resistencia y expresión de auténtica solidaridad entre los más empobrecidos y oprimidos.
“La beatificación de Mamá Tingó, será un fuerte campanazo al interior de la iglesia universal y del mundo globalizado; pues ella representa la voz profética de todo un pueblo empobrecido y creyente que clama justicia en los actuales desiertos, y encarna -como María de Nazareth- la esperanza por la liberación de los descartados”, plantea el documento de motivación de la campaña de recolección de firmas y propuesta al papa Francisco.