SANTO DOMINGO.- Lo que prometía ser una noche de diversión terminó en tragedia. A las 12:44 de la madrugada, el techo de la icónica discoteca Jet Set, ubicada en la avenida Independencia, colapsó repentinamente mientras se encontraban decenas de personas en su interior.
El incidente generó una respuesta inmediata por parte del Sistema Nacional de Atención a Emergencias 911, que desde tempranas horas ha coordinado un amplio operativo de rescate y asistencia médica. De acuerdo con el informe oficial, más de 100 llamadas de emergencia fueron recibidas tras el colapso.
La magnitud del evento movilizó a decenas de unidades de socorro: 77 ambulancias de la Dirección de Atención a Emergencias Extrahospitalarias (DAEH), 8 unidades del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional con su equipo especializado en estructuras colapsadas (Hurón), 30 rescatistas de la Defensa Civil, 200 agentes de la Policía Nacional, 50 miembros de las Fuerzas Armadas y 7 unidades de la DIGESETT.
Las ambulancias continúan trasladando personas afectadas a distintos centros de salud del Gran Santo Domingo. Hasta el momento no se ha ofrecido un número oficial de heridos ni fallecidos, pero fuentes cercanas al operativo indican que varias personas se encuentran en estado delicado.
La Policía Nacional mantiene asegurado el perímetro para facilitar las labores de rescate y evitar el ingreso de curiosos, mientras la DIGESETT controla el flujo vehicular en la zona, permitiendo el acceso de unidades de emergencia.
Aún se desconocen las causas del desplome, pero las autoridades han iniciado una investigación para determinar qué falló en la estructura de un establecimiento con décadas de historia en el entretenimiento nocturno de la capital.
Mientras tanto, familiares de los afectados se aglomeran en las inmediaciones, a la espera de noticias sobre sus seres queridos. El ambiente es de angustia, solidaridad y tensión.
“Esto no puede ser real, mi hermana estaba adentro”, repetía una joven entre lágrimas, una de las muchas voces que esta madrugada han acompañado el sonido de sirenas y llamados de auxilio.
El país amaneció con el corazón consternado. La noche que debía ser de fiesta, terminó con una ciudad de luto anticipado.